Memorias del olvido
Bendita caricia divina,
lumbre sonrisa aperlada,
espero que algún día,
por siempre sea borrada.
Sin saber de los momentos,
sin recordar las miradas,
ni pensar en las caricias,
con las que manipulabas.
Mis sentidos se perdían
y el amor predominaba,
pero lo que no esperabas
era que te abandonara.
Ojalá que en tu vida
rememores los instantes,
Ddonde decías, me querías
y mi corazón arrancaste.
Sufrimiento y el olvido,
se dieron la mano muy pronto,
dicen que ya no existes,
dicen que eres un tonto.