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Machos en rehabilitación: la propuesta que lucha contra la violencia machista en la red


Imagen tomada de: http://podemosfeminismos.info/hombres-contra-el-machismo-el-machismo-es-violencia-de-genero/

En los últimos años, los medios le han puesto la lupa a la violencia contra la mujer. La recurrencia con la que se presentan casos de feminicidio, violencia intrafamiliar, abuso sexual y acoso llevan a concluir que la sociedad colombiana está lejos de alcanzar la paz si no se combate la violencia de género (la violencia física contra la mujer es solo una de sus formas). A partir de este diagnóstico, surge la iniciativa Machos en rehabilitación. Entrevistamos a sus creadores.

Machos en rehabilitación es una página en Facebook que convoca a los hombres a reflexionar alrededor de las manifestaciones de violencia machista y de la búsqueda de una masculinidad desligada de la violencia. Antes de continuar, es importante aclarar el significado de violencia de género, pues es difuso para muchos y suele asociarse únicamente con la violencia física entre hombres y mujeres. Machos en rehabilitación afirma que “la violencia de género, y particularmente las violencias machistas, tiene como presupuesto el ejercicio de ciertos roles sociales que se le atribuyen al sexo (entendidos como géneros). En este sentido, un acto de violencia puede considerarse “de género”, en la medida en que se reproduzcan creencias ligadas al rol que socialmente le asignamos a cada sexo. Por ello, no creemos que la violencia de género se pueda reducir a un acto de violencia ejercido de un hombre hacia una mujer (o viceversa), sino que requiere que dicho acto se base en el ejercicio o reproducción del género.”

Concretamente, la acción de Machos en rehabilitación consiste en promover la puesta en común y discusión de las violencias machistas a partir de los relatos de los miembros de la comunidad. Nos explicaron que “El ejercicio consiste en contar sucesos reales, cotidianos y actuales que buscan generar reflexiones frente al cómo reaccionar ante situaciones que pueden constituir o no violencia de género. El autor se pregunta ¿Cómo debí reaccionar para no generar violencia? ¿Qué pude haber hecho mejor? ¿Había pensado en esto? ¿Había visto el otro lado de la moneda? Los relatos no se limitan a situaciones hombre frente a mujer, sino que también se plantean situaciones de hombre frente a hombre, mujer-hombre y mujer-mujer. Creemos que sólo a partir de la puesta en común de nuestras experiencias reales y cotidianas, como hombres, podemos identificar nuestros privilegios y retos para construirnos como una sociedad más igualitaria, justa y pacífica.”

Las reacciones ante esta iniciativa han sido variadas y pueden ser asociadas con las percepciones que surgen frente a la inclusión de los hombres en el movimiento feminista: “Hay quienes nos animan a seguir en lo que hacemos y nos aportan historias. Incluso nos han hecho saber que los contenidos que publicamos han sido utilizados en el salón de clase, desde nivel de educación secundaria hasta universitaria. Sin embargo, también hemos recibido mensajes violentos y de descalificación. Particularmente, a partir de la campaña #YoReconozco que recientemente propusimos, recibimos una ola de comentarios de hombres atacando al ejercicio y a quienes administramos la iniciativa. La gran mayoría de dichos comentarios no buscaban incentivar discusiones serias sobre la asociación entre masculinidad y violencia, sino que más bien las reafirmaban. Por ello, dichos comentarios más que desincentivarnos, nos reafirmaron que este tipo de espacios son sumamente necesarios”, cuentan los creadores de la página.

Con el tiempo, los administradores de la página han notado que las violencias propias que los hombres más rápido reconocen, son aquellas relacionadas con la cosificación del cuerpo femenino. Sin embargo, los entrevistados resaltan otras formas de violencia que pasan desapercibidas: “Los roles masculinos adquiridos desde antes de lo que la memoria nos alcanza se reflejan no sólo en nuestras conductas, sino hasta en la forma de ver el mundo. Donde un hombre puede ver un atajo por una calle oscura, una mujer puede ver una posible violación sexual. Así que probablemente las manifestaciones machistas más comunes son las que ni siquiera son advertidas. Esas que nuestros privilegios no nos dejan ver.”

Los creadores de machos en rehabilitación destacaron la importancia del fenómeno social desencadenado por el #MeToo (#YoTambién) con respecto al reconocimiento de las violencias propias: “Una de las razones por las cuales invitamos a las mujeres a participar en la dinámica de los relatos, fue porque nos dimos cuenta que uno de nuestros mayores retos a superar es que no sabemos distinguir nuestras violencias. ¿Quién mejor para ayudarnos a identificarlas, que quienes más las han sufrido? Que las mujeres cuenten sus historias nos ayuda a identificar nuestras violencias machistas. Y aunque parezca absurdo, es una realidad que pocas veces nos damos cuenta cuando estamos ejerciendo violencia. Pero claro, que las mujeres hablen no se traduce necesariamente en que los hombres escuchen. Nos toca (nos urge) callarnos y escuchar.”

Una de las preguntas más frecuentes en la página es ¿Qué hacer en caso de ser testigo de violencia de género? No obstante, es compleja de contestar, pues el intervenir directamente puede constituir un riesgo para la vida. Al respecto, nuestros entrevistados nos contaron, “Hace apenas unos días circuló en México un video captado en un rumbeadero. Se ve a un hombre forcejeando con quien parece ser su pareja. Otro hombre, que estaba cerca de ellos y se percata de la situación, se acerca para separarlos. El hombre que forcejeaba no dudó dos segundos en sacar una pistola y dispararle. El hombre que trató de detener la violencia falleció en el lugar. Cuando publicamos el video, nos llegó inmediatamente un relato de alguien que había estado en una situación similar en Bogotá; aunque hizo un primer intento para detener la violencia, ante la reacción del agresor, prefirió retirarse…Nos urge pensarnos estrategias más exitosas y mapear las distintas situaciones que se pueden presentar, porque cada una requerirá reacciones diferentes.” Necesitamos a esas victimas vivas y libres, pero también necesitamos vivos a aquellos hombres que están dispuestos a combatir la violencia de género.

¡No más impotencia frente a los aterradores hechos de violencia que se presentan en nuestro país! Esta iniciativa nos recuerda que somos parte del problema, pero también de la solución y nos invita a construir paz desde nosotros mismos. ¿Has sido violento por cuestiones de género?

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